En el día de ayer se dio a conocer el fallo de la jueza Tamarit, donde se condena a Alpat a pagar un resarcimiento económico a los herederos del propietario de un campo aledaño a las lagunas que reciben los efluentes líquidos de la planta industrial.
El fallo reconoce los severos impactos que el mal funcionamiento del área de sacrificio ha ocasionado por la constante filtración desde los piletones.
Nada de esto puede sorprender. Cuando la empresa presentó el proyecto para transportar sus efluentes por un caño soterrado hasta el bajo con el objetivo de formar con ellos una laguna que permitira que se evaporara el agua y recuperar las sales, desde la Fundación Inalafquen hicimos conocer nuestra absoluta oposición. Considerabamos que la zona elegida era muy cercana y posiblemente conectada con el Área Natural Protegida Bahía de San Antonio y porque los documentos del Estudio de Impacto Ambiental no demostraban en que se formaría una capa de impermeabilización (blanquet) para retener los líquidos. Las lagunas son en realidad un colador, a pesar de los intentos de colocar membrana para evitar las filtraciones. Todo el sistema de tratamiento de los efluentes líquidos ha funcionado por fuera de las exigencias de la Resolución Ambiental.
En la Audiencia Ambiental desarrollada en 2005 nos opusimos con estos argumentos a que se autorizara la puesta en marcha de la planta y porque además estábamos seguros que ni el estado provincial ni el municipal tendrían la capacidad y la decisión de controlar en forma estricta el funcionamiento de la fábrica. Pocas más fueron las personas o instituciones que compartieron esta postura. La mayoría creyeron en promesas de cumplimiento y de control que no se hicieron efectivas.
Desde abril de 2016 esperamos la realización de una auditoría ambiental externa, que pedimos formalmente a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable. 4 años sin ningún avance en ese sentido.
La noticia del fallo vuelve a poner el tema en las noticias. Como dijimos en el final de nuestra participación en la audiencia pública : " Si a pesar de lo expuesto se habilita su funcionamiento, será la comunidad toda la que deba cargar con los perjuicios potenciales".
Lo que ha cambiado es que los perjuicios están visibles para quien quiera verlos, no son ya potenciales. Con el fallo judicial quizás haya resarcimiento para quienes presentaron la denuncia. Pero también ha resultado seriamente afectado suelo fiscal municipal, lo cual constituye una pérdida económica para todos los ciudadanos de San Antonio Oeste. Y más grave aún resulta, por supuesto, la afectación al ambiente y los recursos naturales de toda la comunidad. ¿Existirá algún resarcimiento respecto de estas pérdidas alguna vez?
Las autoridades provinciales y municipales han incumplido con sus obligaciones en los 15 años de funcionamiento de la fábrica. Hoy vivimos una crisis sanitaria colosal que tiene su raíz en una emergencia ambiental . Podemos esperar un aprendizaje que provoque los cambios para proteger a los trabajadores, a todas las demás actividades y al ambiente que nos sostiene?
Para conocer la historia de la situación ambiental de Alpat, recomendamos https://www.fundacioninalafquen.org.ar/copia-de-planificacion-municipal
La noticia del fallo:
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